Hasta el martes

Por Julieta Messer

«Hasta el martes» es una comedia simple pero no por eso menor que cuenta la historia de «Mario» y «Azucena». Él es un hombre viudo de unos sesenta años que tiene un local en donde repara electrodomésticos en La Paternal, ella una mujer que se dedica a limpiar casas. Cuando Mario decide contratar una persona que pueda poner orden al demencial caos de su hogar que incluye objetos desparramados por doquier, algunos en desuso, otros conservados por mera costumbre, comienzan a entablar una relación que va a ir increscendo a lo largo de la pieza. Mc Loughlin que está a cargo tanto de la dramaturgia como de la dirección logra condensar en una pequeña historia una dosis de ternura y de comedia que inevitablemente nos hará re-pensar la construcción de los vínculos en la sociedad actual. Es que en el mundo de las relaciones virtuales es casi un milagro que «Mario» y «Azucena» encuentren algo en común entre electrodomésticos en desuso, mates y galletitas. Siguiendo el consejo de un matrimonio amigo: «Rolo» y «Cristina» nuestro personaje contratará a «Azucena» para que todos los martes venga a su departamento que es prácticamente un depósito del caos y la acumulación.

«Hasta el martes» es una puesta en escena que se demora en describir en detalle a cada uno de sus personajes, construyendo inteligentemente los tiempos dramáticos para poder dar forma al contenido de la trama. A través de breves secuencias comenzamos a conocer las particularidades tanto de «Mario» como de «Azucena». La verborragia de él se contrasta con la prudencia de ella, se van conociendo, se complementan. Lo que comienza como una simple relación laboral se convierte en un profundo vínculo de compañerismo en donde, con algo de pudor, los personajes se van contando sus penas y alegrías. Y aunque las personas nacemos y morimos solas, la idea de un compañero es algo que se vuelve inevitable. De hecho la palabra encuentra su etimología en el latín: «Comede» y «Panis», es decir «comer del mismo pan».

Entre charlas y confesiones el vínculo de ambos personajes se va afianzando. Hasta que un día «Mario» a través de un sorteo en un programa de radio gana dos entradas para un evento musical y no duda en invitar a «Azucena» a semejante acontecimiento. Entre la torpeza y la ternura éste será un momento clave para que la relación entre ambos tome otros matices. Más allá de la historia, en un punto lineal, que puede contar «Hasta el martes», la obra introduce de modo gracioso y acertado la relación que tenemos con la mirada de los otros, por ejemplo en la coquetería de «Mario» antes de salir al encuentro con «Azucena», o la transformación corporal de ella. De mujer de entrecasa a reina de la elegancia. Sin duda además de una acertada dramaturgia y dirección, la directora se apoya en las grandes actuaciones de Karina Antonelli y Mauricio Minetti quienes le dan vida a estos entrañables personajes y hacen de la puesta en escena una fiesta teatral con un toque muy personal.

Ficha técnico artística
Dramaturgia: Verónica Mc Loughlin
Actúan: Karina Antonelli, Mauricio Minetti
Escenografía: Emiliano Pandelo
Diseño de vestuario: Luciana Monteleone
Diseño de luces: Lucas Orchessi
Diseño sonoro: Nicolás Diab
Fotografía: Lina Etchesuri
Diseño gráfico: Aymará Abramovich
Asistencia De Sala: Rocío Galindez
Asistencia De Producción: Felicitas Oliden
Asistencia de dirección: Felicitas Oliden
Dirección: Verónica Mc Loughlin

Duración: 70 minutos
VERA VERA TEATRO
Vera 108
Capital Federal – Buenos Aires – Argentina
Web: http://www.veraverateatro.blogspot.com
Entrada: $ 300,00 – Sábado – 20:30 hs – Del 14/09/2019 al 26/10/2019