Casa de muñecas

“Tienes que aprender a salir de la mesa cuando el amor ya no se sirve. Para mostrar a todos que eres capaz de irte sin decir una palabra”

Nina Simone

Por Julieta Messer y Laura Cozza

La reconstrucción arqueológica de un texto dramático clásico puede personificar la osadía de replantearnos la vigencia del mismo. En el caso de la versión de la obra realista “Casa de muñecas” de Henrik Ibsen (que dirige Lizardo Laphitz y es producida por Luciana Lamota) podemos observar que la fiel representación de la obra original que fue escrita en el año 1879 llega a buen puerto a nivel escénico. En este caso, una historia tan revolucionaria para la época nos sigue demostrando su controversial contenido que dispara aún en la actualidad diversos debates para compartir y reflexionar.

Con una escenografía modesta pero funcional para que los actores se luzcan en escena, la pieza (que puede verse los jueves en el teatro Border en pleno barrio de Palermo) nos retrotrae a imágenes tan perfectas y preciosistas que el lenguaje del teatro se confunde con el del cine para terminar siendo una verdadera postal de teatro noruego de época. La brillante actuación del elenco, junto con una detallada elección del vestuario en cada uno de los personajes nos trasmite una belleza visual que por momentos hace que nos olvidemos del escenario y creamos que estamos dentro del living de esa casa en Noruega en donde “Nora” y toda la familia Helmer desfilan con sus conflictos. Durante el transcurso de la extensa pieza teatral, viviremos junto a cada personaje sus felicidades, sus desdichas y sus cambios. Al respetarse enteramente el texto dramático, si bien el espectador se sumerge en ese universo, por momentos a la estructura le faltan matices. Tal vez se podría trabajar más en profundidad los enlaces entre escena y escena. Para poder de alguna forma “jerarquizar” los pequeños, los medianos, y los grandes temas de la obra.

Casada hace casi una década con “Torvaldo” (quién está por convertirse en el Director de una importante entidad bancaria) y madre de tres hijos, nuestra protagonista parece frágil y manipulable. Se desvive por su familia. Tanto, que vemos como conflicto central que “Nora” ha incurrido en un delito (que no develaremos para no «spoilear» el argumento) con tal de conseguir dinero para un viaje por la salud de “Torvaldo”. Luego sufrirá una serie de extorsiones por parte del personaje de “Krogstag” (quién va a hacer lo imposible por pertenecer a la entidad bancaria pese a sus antecedentes laborales no muy “honestos”). Pero “Nora” vive una suerte de “anagnórisis” luego de una de las peleas fuertes con su marido, en donde se siente humillada, aún habiéndole salvado la vida. El honor y la honra. Lo público y lo privado se mezclan entre diálogos brillantes que solo el dramaturgo noruego supo escribir. No por nada, “Casa de muñecas” se considera una de las obras más importantes del teatro moderno. Una obra que Ibsen nunca reconoció como feminista, pero claramente trata temas que tienen a la mujer como centro. Decidir, pensar, buscar la libertad. Todos elementos que se pueden leer de maravilla sobre todo en la escena de la discusión entre “Nora” y “Torvaldo”, hacia el final de la pieza.

Ibsen ha plasmado un dilema en el personaje de “Nora”: quedarse o irse. Dando a ver que el tema central es libertad de la mujer dentro de la sociedad occidental, con todo lo que ello implica. El “deber ser” respecto a la familia y el matrimonio, la ruptura de estas estructuras arcaicas, el planteo de otro posible escenario para valorar y valorarse. Esta pieza teatral nos hace viajar en ese tiempo histórico, pero inevitablemente los temas que toca no perdieron vigencia, con lo cual los espectadores sentimos en carne propia las desventajas de género que la protagonista nos muestra dentro de su ámbito familiar. Algo se ha roto, “Nora” ha vivido como una muñeca grande, en una casa de la que ya no se siente a gusto. Y toma sus propias decisiones, a pesar de todo y de todos. Dice “Nora”:

«He sido una muñeca grande en esta casa, como fui una muñeca pequeña en casa de papá. Y a su vez los niños han sido mis muñecos. Me divertía que jugaran conmigo, y a ellos les divertía verme jugar con ellos. Esto es lo que ha sido nuestro matrimonio”

Todo el elenco se destaca por su actuación, pero cabe ponderar el personaje de Nora (Gabriela Puig) que con total soltura nos trasmite sus vivencias. Una actriz que estará en el centro de las escenas sin perder el ritmo llevándonos a sus sentimientos. Tal vez un área de oportunidad para el personaje es poder trabajar mejor los textos en donde el personaje piensa hacia adentro, una suerte de «Apartes» pero que forman parte de su propio devenir. Estos diálogos internos del personaje, por momentos quedan inaudibles. Y forman parte de la construcción de lo que va sintiendo y pensando “Nora”. También se destaca el personaje de “Kristina” representada por la actriz Agustina Sáenz que nos pondrá delante de la realidad sin máscaras, donde la vida con sus penas y pérdidas se hace presente en este personaje que lucha y sigue con dignidad buscando sobrevivir en un mundo patriarcal. Otro personaje femenino para destacar es la criada (Luciana Lamota) una mujer que por tener una hija antes del matrimonio llevó una vida de pena por la condena social, que paga con vergüenza y sacrificio.

El personaje “Torvaldo” (Santi Vicchi) es la representación simbólica de la sociedad patriarcal, con su discurso sesgado, entenderemos la normativa discursiva en donde una mujer amada era la pertenencia de un hombre, al modo de una muñeca para jugar y satisfacer sus necesidades. La representación del esposo que era el amo de la vida de esa mujer dándole los gustos, pero también digitando su vida, sin tener un vínculo genuino de confianza y amor. Buena actuación del personaje de “Krogstag” (Alejandro Holm) quien parece el más desdichado, sin embargo, su moral respecto a la decisión de no delatar a Nora, será quien lo convierta en el hombre más sensato de la historia. Por último, el Doctor Rank, hermosamente representado por Richard Courbrant funciona como un portavoz de verdades que Ibsen quiere poner en escena: reflexiones sobre la vida, la muerte, el paso del tiempo, todo está en su boca.

En conclusión, la felicidad que “Nora” vive puede ser análoga con las mentiras que se exponen en la actualidad a través de las redes sociales. Mujeres y hombres simulando las vidas de las clases privilegiadas donde aparentes familias bendecidas, dentro de historias de cuentos de hadas cumplen con los mandatos que la sociedad nos sigue imponiendo. Pero en “Casa de Muñecas” la protagonista dejará de ser una niña y se convertirá en una mujer que saldrá a buscar su propio destino. Gracias al giro producido por el conflicto central de la obra, cada uno de los personajes mostrará otra faceta más verdadera, que nos expone su humanidad real. Dice Nora en el tercer acto:

«Tengo otros deberes que no son menos sagrados. Mis deberes para conmigo misma»

En “Nora”, finalmente primará la capacidad individual a través de la razón y el entendimiento para poder elegir deshacerse de un hábitat que no le resulta cómodo. Derribando así las estructuras tradicionales del matrimonio. Idea más que trasgresora para su época. Una obra para disfrutar, para invitar a compartir tanto con un publico feminista, como también con aquellos que no lo son, ya que nos invita a reflexionar acerca lo que significa ser una mujer amada y libre.

Autor: Henrik Ibsen

Traducción: Clelia Rosa Chamatropulos 

Elenco:

Gabriela Puig – Nora

Santi Vicchi – Trovaldo Helmer

Agustina Sáenz – Cristina Linde

Alejandro Holm – Krogstad

Luciana Lamota – Elena, la criada

Richard Courbrant – Dr. Rank

Dirección

Lizardo Laphitz

Diseño de vestuario y escenografía: Paula Picciani

Realización de escenografía: Hencer Molina y Maximiliano Méndez

Fotografía y diseño gráfico: Ignacio Salinas Pérez

Diseño de iluminación: Max Pastorelli

Comunicación + Media: Duche&Zárate

Asistencia de dirección: Paula Berré

Producción: Luciana Lamota

Instagram: @casademunecas2021

https://www.facebook.com/casademunecas2021

Funciones: Jueves a las 20 horas

Localidades: $ 1.000.-  Venta por Alternativateatral

www.alternativateatral.com/obra74696-casa-de-munecas

Border Teatro – Godoy Cruz 1838 – CABA